Embriagado de alegría, Iker Casillas no pudo contenerse en Telecinco. Le entrevistaba la periodista Sara Carbonero y la besó en directo: "Nos vemos en casa", le dijo antes. Instantes antes había roto a llorar, como ya hizo en los instantes inmediatamente posteriores al pitido final.
"Estoy supercontento. Lo hemos merecido de principio a fin. Se lo agradeco a los que siempre me han apoyado, a mis padres, a mi hermano...". Y ya no pudo seguir.
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