Suplicio en el Emirates

Arsenal y Chelsea protagonizaron un auténtico suplicio en el Emirates en un encuentro en el que el 0-0 fue el resultado inevitable del envite.

El Chelsea salió al terreno de juego con la mirada puesta en el FC Barcelona. Únicamente Cech, Terry y Cahill repitieron del envite de Champions, algo que evidencia las prioridades de Roberto Di Matteo. Pese a esto, no se esperaba un partido tan falto de ritmo. Los gunners intentaban llevar el peso del encuentro, pero la poca velocidad de balón que imprimían en sus transiciones hacían que la profundidad y las ocasiones de gol brillaran por su ausencia. Algo semejante ocurría en el Chelsea, aunque en este caso el problema fue que Torres, Kalou y Sturridge estuvieron a un nivel absolutamente paupérrimo. El fútbol en vivo no daba para más, por lo que las únicas dos ocasiones del primer acto llegaron a balón parado tras sendos remates al palo de Van Persie y Koscielny.

Tras el paso por vestuarios, los blues desaparecieron más si cabe. El Arsenal cogió las riendas del choque y, sólo metiéndole una marcha más se hizo dueño y señor del partido. A pesar de esto, las ocasiones brillaban por su ausencia, algo que hacía que el partido fuera tremendamente plano. Los cambios tampoco ayudaron en exceso y las cosas siguieron por los mismos derroteros. Un par de llegadas de Van Persie y alguna carrera de Gervinho fueron las únicas opciones de los locales mientras que en el Chelsea los errores de Torres y Sturridge marcaron las ofensivas visitantes.

Así, las apuestas de fútbol siguen de de parte del Arsenal para conseguir la tercera plaza mientras que el Chelsea se aleja del objetivo en Premier jugándoselo todo a la Champions.