Parece que es el turno de Sergio Ramos. Es su turno para ocupar las ya habituales páginas deportivas de polémica de cada semana. El Real Madrid es un negocio muy rentable para la prensa, y esta semana aparecen noticias, de nuevo, con el Real Madrid de protagonista, y Sergio Ramos como actor invitado.
Todo comenzó en el partido contra el Galatasaray del pasado miércoles, donde Sergio Ramos vio la tarjeta roja en una polémica acción, ya que apenas hubo contacto, pero precedida por un claro fallo de marcaje del defensa de Camas. A partir de ahí, se pudo ver la reprimenda de su entrenador, captada, cómo no, por las cámaras. Y desde entonces, han corrido páginas llenas de polémica.
Entre los temas tratados, varios: Florentino no le quiere en su equipo tras el pulso mantenido con Mourinho, Ancelotti no soporta sus continuas distracciones y prefiere a Pepe y Varane, Jesé tuvo que ser sacrificado durante el partido...
El más gracioso que he podido leer, ha sido que el despiste viene dado por los tres años de Mourinhismo, que le ha descentrado y le ha afectado a la confianza. En mi opinión, el mejor Sergio Ramos se pudo ver durante la Liga de los 100 puntos, durante la cual, Mourinho le colocó como central, y realizó su mejor campaña de blanco. Por tanto, creo que la actitud de Sergio debería haber sido de agradecimiento, y no de enfrentamiento hacia el técnico portugués.
Parece que todavía hay gente que cree que el entrenador portugués es el causante de cualquier factor que ocurra en el vestuario madridista. Quizá, un poco de autocrítica y de humildad habrían tenido mejor resultado en Sergio Ramos. Tal vez debería repasar sus actuaciones recientes, las tarjetas que le sacan, etc.
Quizá en ese momento, vuelva a recuperar el lugar que merece, por calidad, físico y edad. Y también debería repasar los conceptos básicos del Real Madrid, donde ningún jugador debe estar por encima del club, ni hacer exigencias cuando no las merece.
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